No hay duda que cuando nuestro enemigo la muerte ataca, aunque creamos en la resurrección podemos experimentar un enorme pesar. Hasta el mismo Jesucristo experimento esto cuando su amigo Lázaro murió, cediendo a las lágrimas. Puede leer este relato en Juan 11:33, 35. Con esto nos deja ver que llorar cuando un ser querido muere no es señal de debilidad. Además, si tiene confianza en la promesa de la resurrección, su pesar podrá ser superado. La Biblia dice que, “no se apesadumbraran como lo hacen también los demás que no tienen esperanza. (1 Tesalonicenses 4:13) Si nos acercara a Dios en oración la Biblia nos promete: “el mismo te sustentara” (Salmos 55:22). Siempre recordemos que las promesas de Dios son fidedignas y siempre se cumplen. Con este texto podemos tener la seguridad de que cada promesa de Dios se cumplirá. Podemos tener plena seguridad que pronto todos los muertos serán resucitados según los siguientes textos que cito: Juan 5: 28- cito: “No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán....." Apocalipsis (Revelación) 21: 4 – nos da la siguiente promesa; “Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más...." Como registra Isaías 25:8, “que se tragará la muerte” ¡Qué maravillosa será que no haya más muerte y la vez se nos dé el privilegio de ver nuestros seres amados nuevamente! Espero que estas palabras le ayuden a lidiar con su dolor y le dé luz de esperanza.