Lourdes Graciela Hernández Rivera.
Mi corazón está triste por tu partida, pero sé que estás en la presencia de nuestro Dios donde ya no hay dolor ni sufrimiento, gozando de una vida de paz. Siempre te recordare y no te olvidaré. Tía Antonia solo me queda decirle que la quiero mucho y siento tanto no poder estar a su lado en este momento. Dios le dé fortaleza . A sus nietos y nuera mis más sinceras condolencias que Dios les bendiga y les de fuerzas para continuar adelante. Un fuerte abrazo.