Deseo extender mi más sentido péseme por el fallecimiento de su ser amado, bien se yo lo doloroso que es perder a quien amamos en la muerte, aún más cuando se es tan pequeño. El dolor de la pérdida de un hijo es el dolor más grande que se puede sentir, uno se siente como que no hay consuelo a semejante pena, pero si existe. Ese consuelo lo hayamos en la palabra de Dios la Biblia. Deseo compartir con usted unos textos que le ayudaran en momentos difíciles como por el que está pasando. En su Santa Palabra la Biblia, El Dios de todo consuelo promete que va a resucitar a todos los que están en las tumbas conmemorativas, que eliminara las enfermedades, la vejez, el dolor y la muerte para siempre y (Isaías 33:24; Job 33:25; Revelación 21:4, 5) confirman dicha promesa. Que maravilloso será vivir para siempre en la tierra con nuestros seres queridos libres de dolor y sufrimiento (Salmos 37:29). Espero estas palabras le den cierto nivel de paz y esperanza.